Antes y después de la pandemia las organizaciones buscaban mejorar los ambientes laborales y entre otros temas asegurar la permanencia de los colaboradores. Sin embargo, por la cantidad de horas que se le dedican al trabajo (ya sea presencial o remoto) el ambiente laboral debería ser una prioridad. Actualmente como parte de las iniciativas de Recursos Humanos se busca que los colaboradores cumplan con sus responsabilidades, pero simultáneamente se está trabajando en reducir el estrés, enfermedades cardíacas, problemas de salud mental y burnout.
Un estudio que publicó la revista International Journal of Environmental Research and Public Health de finales del 2020 concluyó que trabajar en un ambiente tóxico «puede resultar perjudicial y generar estrés, agotamiento, depresión y ansiedad que son innecesarios para los colaboradores y sus familias”
Desgraciadamente en muchas organizaciones estos esfuerzos por “prevenir” se ven opacados por el ambiente laboral que prevalece dentro de nuestra organización. Numerosos estudios han demostrado que estar inmerso en ambientes laborales tóxicos se traduce en impactos en la salud física, enfermedades cardíacas, trastornos de ansiedad, daños a las relaciones interpersonales y problemas de autoestima. También podemos observar consecuencias organizacionales, como ausentismo, falta de compromiso y productividad, mínimo compromiso y al final rotación. Trabajar en una empresa con una cultura tóxica va más allá de odiar el trabajo o al jefe; una cultura tóxica destruye todo a su paso.
¿Cómo enfrentarte a un ambiente laboral tóxico?
Evalúa un inminente cambio de empleo. Sé que no es lo que quieres leer y no es probablemente la mejor salida. Pero tienes que determinar si estás dispuesto a “remar contra corriente” buscando que cambie toda la organización y te desgastaras en el camino o si aceptas que así es la organización y tú eres quien debe adaptarse.
Realiza un estudio de tu entorno y aíslate. Es conveniente que identifiques aquellas personas tóxicas y que diplomáticamente puedas distanciarte evitándolos a ellos y a los grupos conflictivos. Si es posible sal de ese entorno y visita otras áreas de la compañía que permitan distraerte y relajar tu mente.
Busca actividades relajantes. Una vez fuera de tu horario laboral trata de hacer actividades relajantes y que te hagan olvidar lo pesado del día. Una fuente alternativa de motivación e inspiración te darán la tranquilidad y paz para que puedas disfrutar tu tiempo y seguir planeando tu carrera.
Empatía. Llénate de compasión y un alto nivel de paciencia para comprender la actuación de tus compañeros y tu entorno. Cuando la situación laboral presente altercados y disputas es el momento de hacer uso de tu conciliación y resiliencia. Esto te hará crecer como ser humano y también permitirá que otras personas vean la gran calidad humana que posees.
La vida es corta y se pasa rápido como para desperdiciarla en un lugar en el que no eres feliz.